"Esta novela la descubrí durante una visita a Almagro. Me sorprendió verla en el Corral de Comedias y la compré porque me gustó el título. Pensaba que no sería muy buena al tratarse de un escritor desconocido y no estar publicada por una editorial importante. Me equivoqué. Cuando leí la primera página no pude dejarla hasta el final. Un prodigio de imaginación. Una de las novelas más hermosas que he leído. Ya he regalado cinco ejemplares a varios amigos y prestado mi novela a otros tantos. Nadie se ha sentido defraudado". Zaida Moreno. Madrid

"Conocí esta novela cuando no estaba editada y era el propio autor quien la vendía en fotocopias con el fin de obtener fondos para publicarla porque numerosas editoriales la habían rechazado. Dado que en el mercado editorial no abundan las buenas novelas, pensé que debía tratarse de una historia muy floja, pero su esfuerzo por sacar adelante aquello que amaba me pareció loable y compré una copia que me dedicó. La dejé en una estantería de casa porque no dispongo de demasiado tiempo para leer y procuro dedicarlo a lecturas fiables. Un día encontré a mi hija de 17 años tumbada en el sofá con la televisión apagada y leyendo esa novela. Me he pasado toda la vida recomendándole libros que nunca leyó y aquella imagen me sorprendió. Pocos días después me dijo que le había encantado. Comencé a leerla para saber qué había despertado el interés de mi hija. Yo también disfruté con esa aventura disparatada y maravillosa de los chicos que quieren ser piratas en La Mancha. En muchos momentos me emocioné y en otros reí como no recordaba. Volví a Almagro durante el Festival de Teatro Clásico de 2002 y en el escaparate de en una pequeña tienda de artesanía vi la novela publicada. Compré un ejemplar y le pregunté a la dueña del local si el autor seguía por Almagro. Lo llamó por teléfono y media hora después estábamos en una terraza de la plaza. Me contó que no pudo esperar a vender las fotocopias suficientes para editarlo porque sólo vendió veinte ejemplares. Había reunido los fondos por otros medios y sabía que tardaría muchos años en amortizar la inversión, pero había llegado el momento de publicarla y le gustaba ser su propio editor. No pensaba distribuirla por los medios convencionales porque no podía competir con las grandes editoriales ni pagar las comisiones de los distribuidores. Sólo la vendía en el Corral de Comedias, y en un par de tiendas de Almagro, además de su página en Internet, y el único medio de difusión era el boca a boca. Yo la he recomendado a otras personas y sé que algunos la han comprado. Ahora guardo en mi biblioteca la novela editaba y, sobre todo, las fotocopias del manuscrito porque soy uno de los pocos que las tienen". Fernando Palacio. Valladolid.

Una noche de otoño estuve viendo junto a mi familia La Posadera en el Corral de Comedias de Almagro. Al terminar la función estaba curioseando entre las fotos del zaguán de entrada y me extrañó ver al taquillero que nos había vendido las entradas de la obra firmando dos ejemplares de una novela. Vi que en el mostrador había un libro titulado: "Y el pirata creó el mar" y lo hojeé. Al ver la foto comprobé que la había escrito el taquillero y que también era el adaptador de la obra que acabábamos de ver y que nos había encantado. Compré el libro y le pedí que me lo dedicara. Una semana después lo había terminado. Una novela fascinante. Desde entonces he vuelto tres veces al Corral de Comedias para ver otras representaciones. Siempre he encontrado al autor en la taquilla. Le he comprado tres ejemplares más que he regalado y uno de La futura memoria, su primera novela, que también me gustó. Cuando paso a una librería y veo la gran cantidad de libros publicados de dudosa calidad me pregunto: ¿qué lugar le corresponde a Y el pirata creó el mar? Para mí, uno de los más destacados". Luis Martín-Valencia.

"Hace años un amigo me regaló La futura memoria. Me dijo que conocía al autor y que la novela merecía la pena. La leí y me gustó. Era una historia divertida y entrañable. El año pasado fui de visita a Almagro con mi novio. Pasé a una tienda de artesanía y vi "Y el pirata creó el mar" de Francisco Romero. El nombre del autor me sonaba y le pregunté a la señora que me atendía si ese autor había escrito La futura memoria. Me dijo que sí, incluso lo tenía a la venta porque ella es amiga del autor. Compré un ejemplar de la novela y me dijo que si quería el autor me la podía dedicar. Lo llamó por teléfono y al rato había llegado. Hablamos de La futura memoria y del proceso que le había llevado a escribir la nueva novela. Esa misma noche la empecé a leer, y desde ese día siempre que voy por la carretera y veo trigales mecidos por el viento espero que aparezca el Eva Galante con sus tripulantes a bordo." María Cabanas-Santander.
 

"Desde que he leido Y el pirata creó el mar, Sinfo Piélago y Francisco Jadraque se han convertido en dos de los personajes que más quiero, y el Eva Galante es el barco en el que siempre hubiera deseado navegar".  Félix Espinosa-Madrid.

"Esta novela es como una gigantesca pantalla de cine en la que todo puede suceder. Sólo hay que dejarse mecer por el viento que sopla a través de sus páginas para creer que estamos a bordo de un galeón pirata que navega sobre enormes campos de cebada. Bellísima. Un soplo de aire fresco para la literatura actual". Óscar Gómez-Barcelona.

"Hay escritores que dicen que todas las historias están inventadas. No han leído Y el pirata creó el mar. Una historia donde la inteligencia se pone al servicio de la fantasía para componer una novela de aventuras de adolescentes con la que disfrutan y se emocionan los adultos."  Isabel Prieto-Toledo.

"La historia de la literatura está llena de grandes errores editoriales. Muchas de las grandes novelas permanecieron durante años en el olvido porque no se adaptaban a los planes de los editores. Con Y el pirata creó el mar, esto podría haber ocurrido, pero la voluntad de su autor ha conseguido sacarla adelante para fortuna de aquellos pocos que hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con ella. Puede que esta novela tarde tiempo en ocupar el lugar que merece, pero es una historia de las que no caducan, y está destinada a permanecer durante muchos años en la memoria de los que la hemos hecho nuestra." Juan Manuel Alcocer-Zaragoza.

Yo conocí a Francisco Romero a través del teatro. Dos de sus primeras obras me llamaron mucho la atención: El legado de Julie Newman y La quimera de Alonso y Sancho. La primera es un delirante ejercicio de humor negro, y la segunda una visión entrañable del encuentro entre Alonso Quijano y Sancho con el autor que creo su leyenda. Después me encontré con Y el pirata creó el mar, y descubrí a un escritor brillante, no tanto en la forma literaria como en la fuerza de sus historias, y con algunos pasajes magistrales como el encuentro de los piratas con la pareja de la guardia civil, digno de encontrarse en la mejor antología del humor escrito. Luis Mendiola-Jaén.